sábado, 24 de febrero de 2018

SI ME INSULTAN, YO INSULTO. SI ME PEGAN, YO PEGO

Al leer los artículos de Elvira Lindo y de Daniela Jerez referentes a lo ocurrido con Mary Beard, queda patente la ignorancia de algunas personas, que en vez de profundizar en los mensajes que se nos quieren dar y saber ser objetivos, piensan que hacer una crítica es intentar destruir a la persona mediante insultos hacia su físico o a su manera de ser, pensando que dicha persona no se atreverá a seguir siendo como ella, en este caso, es. Pero no, la reacción es digna de admirar: enfrentarse cara a cara con quién no se atrevió a hacerlo cuando empezó a insultar e intentar ponerla en evidencia con aspectos que no tienen nada que ver, no se quedó callada, actuó en defensa de sus propios  pensamientos, defendió lo que verdaderamente le importa: las palabras hieren y debemos aprender desde muy temprano que esto es cierto, y que hay otras maneras de establecer relaciones.
Gracias por enseñarnos a defender nuestra integridad
En el cole, es muy frecuente esta situación: insulto o pego si alguien me "molesta". Desde casa muchos vienen con la lección aprendida: "Si te insultan, insulta tú" "Si pegas, pega tú". Pero a nadie le gusta que su hijo o su hija sea víctima de estas "lecciones aprendidas". Estos son los puntos primordiales en las primeras reuniones, cuando comenzamos el cole: ponernos de acuerdo en que, si queremos establecer buenas relaciones, debemos empezar educando en el RESPETO, que no podemos actuar sin intentar solucionar las diferencias, que todos somos personas y tenemos la capacidad de interactuar con los demás sin necesidad de demostrar que somos más "fuertes" mediante peleas o insultos. Es muy importante que todas las personas del entorno del alumnado actuemos de la misma manera para obtener buenos resultados. 
A los niños y a las niñas les afecta mucho que no quieran ser sus amigos o amigas porque no saben jugar al fútbol, o al pilla-pilla, porque tienen alguna dificultad en el habla o en el desarrollo psicomotor, no les gusta que les vean diferentes y se lo estén remarcando constantemente. Por ello, les enseñamos  a descubrir y aceptar sus propias  capacidades,  posibilidades, respetar las de los demás, a salir de los conflictos mediante la palabra, la palabra que no hiere, la palabra que nos enriquece y que nos hace entender los valores propios y de los demás.

DUALES APARENTES
Aprendamos a utilizar las palabras que no hieren...


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